Antes de ir al desenlace de la aventura onírica siscariana, aquí tenéis el link del vídeo de los gifs de Nico. Os lo ofreceré todo entre el lunes y el martes, si todo va bien:
Lara Siscar (05-05-2019):Tu debes estar registrado para ver los links.
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Tras la marcha de Raquel abandoné el telediario del finde pero si Lara empieza a asomar por ahí… Procuraré estar más atento
No obstante si la veis vosotros mismos en el de la tarde o la noche, o en algún programa concreto del 24h tipo “Parlamento” o similar avisadme por MP que quizás sí pueda editarla
(…)
Y ahora sí, la segunda y última parte de mi último sueño romántico con Lara. Aquí es donde va a haber "asunto privado" y no tanto público...
Vaya por delante de nuevo mi dedicatoria a la propia Larita con todo cariño, admiración y respeto, a pesar de que algunas escenas que van a venir son de las de poner rombos.
Resumen de lo publicado: Nuestro protagonista comienza a trabajar para RTVE junto a Lara Siscar. Pronto se hacen amigos, pero él además se enamora de ella. Cuando al cabo de unos meses le confiesa por fin sus sentimientos a la bella periodista, Lara le da calabazas. Tras un tiempo alejados el trabajo les reúne de nuevo y tras un peligroso suceso, él salva a su amada de una situación muy comprometida. Ella le premia con una cena…Esa cena llega ese mismo fin de semana. Ella va muy guapa vestida con blusa blanca y falda negra, como la solíamos ver en “Asuntos”. No sé por dónde empezar la conversación. Mirarla a la cara me cuesta un imperio. Le digo con franqueza que me siento todavía muy avergonzado por haberme declarado aquel día
Lara dice hacerse cargo de la situación y que no me preocupe, que todo sigue igual que antes como si no hubiera pasado nada. Para cortar el hielo empieza a contarme anécdotas divertidas de sus piezas y de sus programas y poco a poco nos vamos animando. Al cabo de la cena se me pone ceremoniosa y me hace una “proposición”: tiene dos invitaciones para unos premios literarios pero no tiene a nadie de confianza que la acompañe, y ha pensado en mí porque me he leído sus libros y
“por lo del otro día” (cuando la defendí) Acepto
Cuando voy a recogerla no puedo creer lo que se me aparece delante
Lara se me presenta espectacular con un vestido largo de gala de color azul marino, con un escote que quita el hipo y marcando figura como un jarrón con sus caderas. El vestido tiene además una larga abertura lateral hasta más arriba de medio muslo por la que le asoma ligeramente la pierna al caminar. Va preciosa peinada con un moño del que le salen un par de tirabuzoncillos. Lleva unos pendientes largos dorados que le embellecen aún más si cabe el rostro. Y su bolsito a juego con el vestido y un pañuelo-foulard de seda para cubrirse a modo de chal. Cuando salgo a abrirle la puerta del coche a la Duquesa de Gandía nos sonreímos y solo me sale decirle
“ahora soy yo quien no tiene palabras” Una vez en el hall del hotel donde se celebra la velada, Lara se convierte en la sensación de la fiesta. Todo el mundo la mira, y no es para menos. Una vez en el salón, parece que vamos a celebrar una boda. Hay mesas redondas y una tarima a la que se supone que subirán presentadores y premiados. Nos sentamos a la mesa con dos colegas de Lara que trabajan en revistas especializadas en literatura, y cada vez que sube un premiado Larita se me arrima y me susurra por lo bajini quién es y algún detalle de su obra. Cuando todo acaba Lara y yo bajamos juntos y a solas en un ascensor. Justo cuando ella hace el gesto de sofocada con la mano y me dice
“qué calor hace aquí ¿no?”… ¡Plof!. El ascensor se detiene y la luz se va. Como en las películas
¡Qué tensión! Un momento de respiro para lo que viene... Tu debes estar registrado para ver los links.
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Login A los pocos segundos oímos una voz afuera que dice
“Se ha parado el ascensor, ha sido un corte de luz, esperen un momento que los sacamos”. Al instante se enciende la luz de emergencia. Más tenue que la normal, como si fuera la de una vela. Si Lara estaba bellísima toda engalanada, con esa luz lo estaba aún más. Sigue teniendo calor (lo hace) y pese al maquillaje se la nota colorada. Respira agitada y está algo nerviosa, como si fuera claustrofóbica. No puedo evitar mirarle de reojo al pecho, con ese canalillo para arriba y para abajo al ritmo de su respiración
En ese momento de silencio en el que los del exterior han debido ir a por la llave inglesa para sacarnos, Lara colorada y nerviosa aprovecha la intimidad y se me arrima de frente, clavando sus ojazos en los míos. Me muero por besarla en ese momento pero me quedo quieto porque no sé cómo reaccionar. Es ella quien lo hace, acercándose más y besándome en la comisura de la boca. Pese al calor un escalofrío me recorre el cuerpo de arriba abajo. Viendo que no reacciono, Lara repite beso, ya decididamente en los labios
Agacho la cabeza recordando la vergüenza que pasé cuando me declaré ante ella. Queriendo comportarme como un caballero, contengo así mis ganas de abalanzarme sobre ella y darle el beso de su vida. Solo cuando ella vuelve a arrimárseme nariz con nariz, mejilla con mejilla, y vuelve a besarme en los labios es cuando la acaricio y tomándola por el cuello la beso por fin
En ese momento se rompe el protocolo y se desata la pasión. Lara y yo nos abrazamos y del besito pasamos al “morreo” sin contemplaciones. Nuestros labios no se separan ni una décima de segundo, ni siquiera para tomar aire. Lara no solo tiene unos labios carnosos superapetecibles, es que encima besa de miedo. Casi me abraza más con ellos que con sus brazos, y eso que estamos apretujados el uno contra el otro como si nos fueran a separar para siempre en ese mismo instante
Nos devoramos en un silencio que solo rompen sus chupetones. Cuando ni ella ni yo nos acordábamos de dónde estábamos, ni siquiera de cómo nos llamábamos
de pronto un par de golpes secos en la puerta del ascensor nos despiertan de nuestro frenesí. Nos da tiempo justo a recomponernos antes de que la puerta se abra. Salimos del ascensor y del hotel como si nada hubiera pasado. Pero sí que ha pasado algo. Hay un detalle que nos delata. Vamos de la mano
Al traspasar la puerta del hotel Lara se vuelve y me dice
“¿me acompañas a casa…?”. Son las únicas palabras que nos intercambiamos hasta que llegamos a “Villa Siscar”. La sigo dócilmente desde que llegamos al portal y mientras subimos las escaleras (imaginaos el vaivén de caderas de un lado a otro con ese modelón…) ella se gira sonriendo para comprobar si voy tras sus pasos. Tras un par de pasillos llegamos a su puerta. Saca del bolso su llave y entramos.
¡Atención! llega el momentazo que la mayoría estáis esperando… Tu debes estar registrado para ver los links.
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Login Una vez entro y cierro la puerta tras de mí Lara toma la iniciativa para terminar lo que habíamos empezado en el ascensor. Me toma por la corbata a modo de correa
y caminando de espaldas me lleva directamente a su habitación. Una vez allí se separa un poco ante mí y empieza a quitarse el modelazo de gala. El tirante… la cremallera… Casi como un striptease
Todo sin dejar de mirarme a los ojos y con una seductora sonrisa en sus benditos labios. Cuando se queda en ropa interior (negra y de encaje)
me abraza y me quita la ropa mientras me besa. Aún no desnudos del todo nos dejamos caer sobre la cama y… ya os podéis imaginar. Como en el ascensor pero sin ropa y a tope
En pleno acto sexual ella se da cuenta de no está totalmente desnuda, aún le quedan los pendientes. Esos pendientes largos y dorados que se balancean a cada “arreón” que nos damos. Pero me gusta tanto con ellos que le digo no sé como (estamos Lara y yo como para conversar en ese instante…) que no se los quite, que está preciosa y muy sexy con ellos
Hacemos el amor sin ningún tipo de cortapisa. Me abraza con una fuerza inusitada. Más que amor parece una lucha. Pese nuestro mutuo cariño, se impone la física pura, cruda y dura. Me quiere pegado a ella como si fuera parte de su cuerpo (cuerpazo, mejor dicho) Tan abrazados estamos que apenas puedo acariciarla, solo responder a sus besos. No deja de besarme en los labios, en toda la cara y en cualquier parte de mi cuerpo que le pille cerca
Besucona incansable hasta casi el final, cuando desmelenada como una loca, fatigada hasta el ahogo, gastando sus últimas bocanadas de aire en chillidos de placer, trepa encima de mí como si buscara desesperadamente oxígeno. Al llegar al orgasmo agotada, busca torpemente mi boca de nuevo para darme el último beso antes de caer exhausta sobre la cama y yo sobre ella, igualmente rendido. Permanecemos abrazados sobre la cama tal cual hemos caído sin movernos durante minutos, horas
Puede que volviéramos a hacer el amor durante aquella noche. Puede, porque no recuerdo nada más. Solo se que nos quedamos dormidos abrazados y tirados de cualquier manera sobre la cama. Y llenos de felicidad por estar el uno con el otro.
A la mañana siguiente despierto mal cubierto por una ropa de cama muy revuelta, solo, en silencio y oliendo levemente a café. No me doy cuenta de lo que ha pasado hasta que descubro que estoy en otra cama y otra habitación que no son las mías
Permanezco un ratito más en la cama pensando en esta noche de pasión con Lara como si hubiera sido un sueño del que no me quiero despertar. Me levanto solo para comprobar que sí, que ha ocurrido de verdad y que Lara está ahí, en la cocina, guapísima, adorable y sonriente vestida con una bata o un albornoz, sentada con su cafetera al lado esperando por mí para desayunar
No nos decimos ni “buenos días”. Nos damos un achuchón y dos besos en los labios como si no hubiéramos tenido bastante con la noche que vivimos y volviéramos a empezar. Apenas nos decimos nada. Lara finge estar adormilada mientras se arrima a mí para acariciarme mimosamente mientras ronronea como una gatita. Una vez terminamos de desayunar se levanta, me toma por el hombro y me pregunta
“¿Así que nunca tuviste novia formal, eh?”… Meneo la cabeza como respuesta y ella a su vez me responde risueña:
“Bueno, pues ya la tienes…” Me da un beso en la mejilla mientras me susurra
“Te quiero” y se va. La miro de espaldas cómo abandona la cocina para ir a vestirse y arreglarse sin creer la suerte que he tenido
En ese momento escucho una radio de fondo, como si fuera la de un vecino… Sí. Es la del vecino, despertándome del sueño y devolviéndome a la cruda realidad
Fin.Espero que os haya gustado, que no os haya aburrido demasiado... y que ella no se entere y/o no me denuncie