En mi opinión, es una de las tías más acojonantemente buenas de la Historia. De la escultural veinteañera que impactó y cortó la respiración al mundo en su debut como actriz en "Species", ha pasado a convertirse en una MILF de libro: cuarenta y tantos tacos, espectacular, con una cara preciosa y un brutal cuerpazo con las tetas cada vez más gordas y las caderas más rotundas (muy en la onda Patricia Betancort), así como la ineludible preferencia por los jovencitos. Los kilos de más que ha ido ganando con la edad no le restan atractivo, pues conserva la armonía proporcional caderas-cintura-pecho.
Dado que no ha tenido gran relevancia como actriz, no llegó a ocupar el puesto que, por méritos y justicia, le corresponde en cuanto a belleza entre las más grandes sex symbols de todos los tiempos. Es por eso que hoy le dedico este homenaje a uno de los mayores y más impactantes megapibones que he visto en mi vida.